El suelo es mucho más que lo que tienes bajo los pies, tiene unas funciones fundamentales para la vida. Por una parte aporta elementos esenciales para la agricultura y el medio ambiente, y por otra es una magnífica fuente de información que usan los arqueólogos para descubrir nuestro pasado. Por ejemplo, dependiendo del tipo de terreno y de su acidez, algunos elementos como los huesos, conchas y cerámica pueden conservarse durante miles de años.
El suelo tiene una formación lenta un solo centímetro puede tardar hasta 500 años en formarse. Hay cinco factores clave en la formación de la tierra; el material parental, el clima, los organismos, la topografía y el tiempo.
El proceso empieza con la erosión del material del suelo primario o de la roca parental, una antigua superficie del terreno. También puede empezar con sedimentos movidos y depositados por el viento, por movimientos de glaciares o por otros tipos de paso de agua. El clima, en forma de calor, hielo, viento, agua y muchas otras fuerzas medioambientales tienen un fuerte impacto en el desgaste del material parental y en la formación del suelo.
Una vez que se ha formado una delgada capa de suelo, empieza a crecer vida orgánica y las plantas ayudan a unir los materiales con las raíces, aireando la tierra y generando deshechos que la enriquecen.
La forma del terreno también afecta al desgaste de la roca parental. Por ejemplo, si el suelo se está formando en una pendiente, factores como el ángulo de ésta y la dirección en la que drene el agua afectarán al desarrollo. Pero tal vez el factor más importante es el tiempo. El perfil del suelo cambia continuamente y un buen horizonte puede tardar miles de años en formarse.
MOVIMIENTOS DE LADERA:
Son
movimientos de materiales a favor de la gravedad. Están asociados a la presencia
de pendientes y a la presencia de agua. Se pueden agrupar para su estudio en
cuatro grupos:
·
Deslizamientos.
Movimientos a favor de una superficie de fractura. En función de cuál sea esta
superficie se distinguen 2 tipos:
Deslizamientos traslacionales. Cuando la superficie de fractura tiene menor o igual pendiente que el terreno. Es más fácil que se produzca cuando hay fallas o cuando alternan rocas competentes y menos competentes.
Deslizamientos rotacionales (slump). Cuando la superficie de deslizamiento es un plano curvo. Suelen darse en materiales poco cohesivos y laderas escarpadas. Previo al deslizamiento se producen unas grietas en lo alto del escarpe.
·
Desprendimientos. Caída de bloques
de rocas desde los escarpes. Puede deberse a:

·
Flujos.
Movimientos de materiales sueltos que se comportan como fluido cuando se mezclan
con agua (los materiales arcillosos son los más comunes).
Solifluxión.
Estos flujos
pueden producirse con pendientes mínimas. Cuando son provocados por la actividad
de un volcán reciben el nombre de lahares.