Los climas templados son los más favorables para las personas. Se
caracterizan por sus temperaturas suaves y por la sucesión de cuatro estaciones
bien diferenciadas por las temperaturas y las precipitaciones: primavera,
verano, otoño e invierno.
Este grupo de climas abarca una faja de tierras amplia y continua en el Hemisferio Norte y estrecha y discontinua en el hemisferio Sur. Todos obedecen a un mecanismo común: el dominio de los vientos del Oeste, con las perturbaciones del frente polar en superficie, y la corriente en chorro en altura. Esto no significa que sean uniformes, pues existen marcadas diferencias entre ellos debidas no solo a su posición en latitud, sino también, y muy especialmente, a su distribución en los continentes. Resulta, pues, muy importante diferenciar entre fachada Oeste, fachada Este y tierras continentales.
Este grupo de climas abarca una faja de tierras amplia y continua en el Hemisferio Norte y estrecha y discontinua en el hemisferio Sur. Todos obedecen a un mecanismo común: el dominio de los vientos del Oeste, con las perturbaciones del frente polar en superficie, y la corriente en chorro en altura. Esto no significa que sean uniformes, pues existen marcadas diferencias entre ellos debidas no solo a su posición en latitud, sino también, y muy especialmente, a su distribución en los continentes. Resulta, pues, muy importante diferenciar entre fachada Oeste, fachada Este y tierras continentales.
Clima mediterráneo
Se da entre 30º y 45º de latitud, es un clima de verano seco y temperaturas
suaves. Por tratarse de una zona de transición, se ve afectada alternativamente
por las borrascas del frente polar y por los anticiclones subtropicales
oceánicos, cuyo vaivén estacional determina un tiempo lluvioso y templado en invierno
y seco y cálido en verano.
Durante el verano las perturbaciones del frente polar se trasladan a latitudes más altas y permiten a las células anticiclónicas situarse sobre sus costas. Y aunque se trata de aire húmedo, al ser descendente es estable y no produce lluvias; solo cuando choca con un obstáculo montañoso se producen ascendencias que provocan tormentas breves y locales. A esta escasez en las precipitaciones se unen altas temperaturas estivales.
En invierno se retiran los
anticiclones subtropicales predominando la circulación del Oeste con el frente
polar que ocasiona un tiempo inestable y lluvioso. Este mecanismo se inicia a
principios de otoño y permanece hasta el final de la primavera, cuando el
frente polar vuelve a ser desplazado por los anticiclones subtropicales.Durante el verano las perturbaciones del frente polar se trasladan a latitudes más altas y permiten a las células anticiclónicas situarse sobre sus costas. Y aunque se trata de aire húmedo, al ser descendente es estable y no produce lluvias; solo cuando choca con un obstáculo montañoso se producen ascendencias que provocan tormentas breves y locales. A esta escasez en las precipitaciones se unen altas temperaturas estivales.
La mayor parte de las precipitaciones se produce en las estaciones intermedias -primavera, otoño- siendo menos importantes durante el invierno, ya que es frecuente que un apéndice del anticiclón continental se sitúe sobre estas zonas, dando lugar a un tiempo despejado y frío.
Clima oceánico
Hacia el interior y en dirección Sur, desciende el total anual de precipitaciones y comienza a aparecer un verano corto y más seco que el invierno, que marca la transición al clima mediterráneo de latitudes más bajas.
Clima continental
La estación seca es el invierno, debido a la instalación sobre el
continente de un anticiclón frío y seco de origen térmico -anticiclones de
Siberia y Canadá- que impide la penetración de las borrascas oceánicas. Estas
solo alcanzan a producir algunas precipitaciones en forma de nieve en los pocos
momentos de debilidad del anticiclón. La nieve caída durante el invierno, poco
abundante, forma una capa de poco espesor pero persistente, al mantenerse las
temperaturas invernales muy bajas: de -20º C. a -40º C... en enero según la
latitud. Durante el verano, la desaparición del anticiclón continental permite
la penetración del flujo de aire oceánico que modera las temperaturas y permite
precipitaciones en forma de lluvia, tanto más cuantiosas y regulares cuanto más
al Oeste. Este tipo de clima presenta sus rasgos más nítidos en el interior de
los continentes, pero se extiende hasta las fachadas orientales, si bien es
cierto que éstas reciben algunas precipitaciones invernales por la proximidad
del océano.



